jueves, 28 de febrero de 2008

#5

Ya habían pasado varias horas desde que Kimian consiguió salir de ese húmedo y oscuro bosque y la joven respiraba con alivio el puro aire de las planicies en las que se encontraba; era un lugar muy hermoso; el suelo estaba tapizado de dorados campos de trigo silvestre salpicado de diversos colores de las flores de la temporada cuyos vivos colores semejaban los ojos de Kimian. Sus ropas de pieles ya comenzaban a desprender fuertes olores pútridos; pero a la joven no le preocupaban; era mejor que nada y además la resguardaban del frío de aquel día. Era extraño; aunque el sol se alzaba en lo alto la oscuridad era casi completa y sus rayos no calentaban lo más mínimo.

“¿Qué será de los otros?” pensó la joven. Ya hacían doces días desde que abandonó el campamento y se internó en el bosque con el fin de superar la prueba de la supervivencia. Ella no quería seguir aquella vida, no le gustaba estar bajo el control de nadie y menos de un general descerebrado que no distinguiría un cuchillo de una lanza.
Esa vida no era para ella; estaba segura; Kimian prefería vivir a su manera como cazarecompensas. Controlaba de una forma aceptable gran cantidad de armas y, a pesar de su corta edad era una auténtica máquina de matar en el combate cuerpo a cuerpo. Sus instructores se habían encargado de que eso fuera así porque ella era La Elegida.

Ese estúpido nombre, un título que marcó su vida desde su nacimiento en el cual sus ojos demostraron su verdadera naturaleza; un ojo azul, símbolo de la volubilidad y poder de las aguas; y un ojo ámbar, signo de la inmensa fuerza y rebeldía del rayo.
Azul y ámbar; una vida diferente; tratada desde su nacimiento como una adulta. La verdad es que ella recordaba su nacimiento, ese despojo de la seguridad que proporcionaba el seno de su madre. Ya no importaba; no era momento para lamentaciones, tenía que alejarse lo más posible de su campamento, armarse y si era posible formar un grupo de personas para la lucha constante a la que quería enfrentarse; la sed de venganza contra la tecnología y la magia. Esos dos monstruos creciente habían acabado con su familia y amigos. Por eso; se vengaría de todas las personas que utilizasen cualquiera de las dos fuerzas. Ella sabía que una espada es la más fuerte de las armas, con la forma adecuada puede canalizar la magia y repelerla y bien afilada puede acabar con cualquier máquina.

Pero hasta que llegue ese momento, tendría que permanecer escondida.

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